domingo, 19 de febrero de 2006

Llamemos a las cosas por su nombre

Aunque hace mucho de esto sigue siendo candente actualidad:

En un debate ante la televisión francesa, Lejeune preguntó a Monod:

- De un padre sifilítico y una madre tuberculosa que tuvieron cuatro hijos; el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso; la madre queda embarazada de un quinto hijo. Ud. ¿qué haría?

- Yo interrumpiría ese embarazo - respondió Monod con toda seguridad.

A lo que su contrincante le contestó:
- Tengamos un minuto de silencio, pues Ud. hubiera matado a Beethoven.

viernes, 17 de febrero de 2006

La vida al servicio del cuerpo

No sé si recordaréis aquel anuncio de un coche. Aquel que mostraba la vida de dos personas, gemelas. A la una, como una fanática del trabajo y a la otra, como a una persona responsable pero que a su vez sabía disfrutar de la vida. De manera que se la veía a esta última montada en el susodicho vehículo, mientras una voz en off decía… ¿vives para trabajar o trabajas para vivir? Pues bien, aunque quizás el anuncio no era tal cual lo he descrito, eso no importa, que va, lo que quiero es que nos quedemos por ahora con esa frase que susurraba al final.

Ahora, este no era el tema de candente actualidad del que quería hablaros, de hecho si así fuera y cobrase alguna comisión por venderos el "carro", ya os hubiera dicho la marca y el modelo ¿no? claro. Pero de lo que quería hablaros es de algo para lo cual tristemente hay que ponerse serio. El tema en cuestión es la reproducción asistida de embriones humanos con fines médicos. Y la pregunta particular que susurro a tu conciencia es… ¿la vida al servicio del cuerpo o el cuerpo al servicio de la vida?

Si hablamos del anuncio, no hay duda de qué opción es la acertada. Todos querríamos trabajar para vivir. Más aun si nos lo pintan tan bonito, con ese estupendo coche, circulando por esa maravillosa carretera sin una sola retención y ni un solo bache. Más cuando la otra opción significa una triste oficina, con jornada de 12 horas, a la cual hay que llegar usando el transporte público porque resulta imposible aparcar. No te cabe duda, que tú quieres trabajar para vivir.

Ahora, la cruda realidad es bastante más gris. No es fácil encontrar carreteras así. Es más, pagar un coche como ese cuesta gotas de sudor, y claro, si tener el coche "acertado" significa optar por la opción equivoca, vivir para trabajar, menuda ironía. ¿Entonces? ¿Qué queremos decir? Pues que no siempre es tan fácil distinguir lo correcto, que no todo es blanco o negro. Que quizás el fin no justifique los medios. Probablemente debamos de escarbar un poco para descubrir la verdad, el camino correcto.

Es el caso de esta noticia de rabiosa actualidad. En el congreso de los diputados se ha dado vía libre a la reproducción asistida de embriones para investigaciones con fines medicinales, lo que satíricamente llamo 'La vida al servicio del cuerpo'. Siendo aprobada la ley por una mayoría suficiente, contra una minoría representada exclusivamente por el Partido Popular. Pero no es a esto a lo que voy, en efecto no me quiero meter en política. Por lo mismo que decía que no todo es blanco o negro. Pues el método resolutivo que usemos no se puede basar en la simpatía que reviertes sobre uno u otro bando, progresistas o conservadores. Y si es así, “apaga y vamonos” porque que clase de juicio crítico es ese.

Queda claro que no defendemos el voto de un lado u otro del hemiciclo, no, sino que nos despojamos de cualquier idea preconcebida y partiendo desde cero analizamos que opción sería la más acertada. Recordamos las opciones, el susurro… ¿la vida al servicio del cuerpo o el cuerpo al servicio de la vida?

Diría que tiene trampa, pues ambas opciones parecieran igualmente validas, puesto que no solemos distinguir la diferencia entre el cuerpo y la vida, o al menos no nos la hemos parado a pensar. Mas la hay, el cuerpo aunque forma una gran parte de la vida, solo es efectivamente eso, una parte, sólo. De hecho, el cuerpo sigue aquí cuando partimos, pero no la vida propiamente dicha. De tal manera hay frases hechas tales como, está sin vida, yace sin vida, perdió la vida, su vida se fue apagando lentamente, y así muchas tantas otras. Por tanto, no es lo mismo la vida al servicio del cuerpo, que el cuerpo al servicio de la vida.

No hace falta explicar que es el cuerpo, cada uno con sus palabras bien sabría explicarse aunque resultase un tanto peregrino. Pero lo cierto es que el cuerpo no es más que un soporte, una herramienta, un vehículo. Ahora bien, la vida propiamente dicha es un poco más difícil de definir, no obstante es una cuestión metafísica, es decir esta en un plano que se escapa de lo físico, de lo que podemos medir. Mas de una forma muy primitiva podríamos afirmar que la vida es lo que anima el cuerpo, no más lejos 'anima' en latín significa alma, y es sinónimo de otras palabras como alentar, que viene de aliento, y así podríamos seguir desarrollando, mas es suficiente. Por otra parte, no ignoro que hay quienes gustarían creer que la vida es el resultado del funcionamiento aleatorio del cuerpo (el cuerpo anima la vida), más si lo creen así, que vengan aquí ahora mismo y me digan si las teclas que pulso, las pulso aleatoriamente o salen de mi vida, de mi alma.

Y ya por último, solo queda establecer el punto de partida donde nace la vida. Pues bien, la vida nace, es decir viene al mundo, en el mismo instante en que se crea el embrión, pero no lo digo yo, lo dicen los entendidos. Un embrión es un ser nuevo y único. Es un ser en desarrollo como tú y como yo, con la diferencia de que tu vida está contenida en un vaso hecho de billones de células y el del embrión ya en el segundo cero en una sola célula, como a los pocos minutos en miles de células. O a las horas cuando su vaso ya es de millones de células. Puede que su cuerpo sea diminuto pero ya a las horas tiene partes diferenciables (ectodermo, endodermo y mesodermo) que crecerán hasta convertirse en lo que vemos que somos por fuera.

Pero en efecto el error está en conformarnos con lo que vemos, de manera que han nacido conceptos totalmente erróneos, y condenados por los propios científicos, tales como preembriones, lo cual no existe. O tenemos un espermatozoide y un óvulo por separado o tenemos un embrión, alguien nuevo y único. Y una célula sexual no es muy diferente a cualquier otra célula humana. Pero un embrión sí, un embrión es una vida, no es una célula. Quizás no hable, quizás sea demasiado joven como para pegar pataditas, quizás su personalidad no esté hecha, pero tampoco la de un recien nacido, ni la de un niño, es más, a veces parece que ni la de algunos adultos ¿verdad?, pero no por eso se nos ocurriría segar sus vida para que el cuerpo de otro que no su vida, disfrutase de un día más o de una molestia menos ¿o sí?

Yo sin ningún género de dudas rechazo la vida al servicio del cuerpo. Pues si para prolongar mis días han de morir muchas vidas, yo elijo morir. Mas yo opto libremente, porque el cuerpo sea al servicio de la vida. Pues con eso que si muero, mi cuerpo ya sin vida, será para servicio, de tantos otros que aun vivan. Eso es la donacion.

Por ultimo transcribo unas palabras del Señor Jesucristo: «Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, que comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? […] ¿Y quien de vosotros, por ansioso que esté puede añadir una hora al curso de su vida? […] Por tanto no os preocupéis, diciendo ¿qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con que nos vestiremos? Porque los hombres buscan ansiosamente estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis. Pero buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Por tanto no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de si mismo. Bástale a cada día sus propios problemas.» Mateo 6.

Un saludo :).