sábado, 23 de diciembre de 2006

Una sucesión de simpáticas circunstancias

Son las 6.00 de la mañana, y no es una canción de Aventura, es mi padre que me llama para despertarme. Me ha de llevar a la estación para coger el regional Cádiz–Sevilla. Sale a las 7.07, así que me llevo 15 minutos más rebosándome entre las sabanas. Luego levanto la persiana y oscuro, oscuro como el futuro de un inodoro de carretera. Pero dicen que a quien madruga Dios le ayuda. Lo cierto es que esto es más bien un dicho popular, en cambio el salmista sostiene que por la mañana a Dios buscaré porque en Él espera y confía su alma.

Pero ya son las 6.16 y uno ya anda estresado, prepara las cosas, enciende el ordenador para dejar enchufada la eMula, lávate, aséate, vístete, un vasito de leche calentito y puerta. Cogemos el coche, salimos del garaje, “buenos días atrevidos y atrevidas” dice la radio, pero si todavía es de noche digo yo. Y una vez en la estación con el billete en la cartera subo al tren. ¡¡¡Pasajeros al…!!! Tengo un libro para leer sí, pero con el traqueteo del tren me entra un sueñecito que me deja K.O.

En las sucesivas paradas, me voy despertando, y hay quien diría suerte, nadie se sienta a tu lado. ¿Oleré mal? ¿Se me olvidó peinarme? ¿No estaré roncando? No. Bueno, quizás se me olvidó peinarme, no sería la primera vez, pero de las otras dos cosas no tengo conocimiento, pero esa no es excusa para que nadie se siente a tu lado. En fin, tampoco esperaba mantener ninguna conversación de Jerez a Sevilla, ya casi nadie se presta a eso. Así que con los pies congelados sigo durmiendo.

Toc, Toc, (no llaman a la puerta, es al hombro donde me aporrean). Ups! es el revisor, claro, se me olvido decir que llevaba los cascos puestos y entre el sueño y la música ésta, que relajaría hasta el huracán el niño, no me entero de ná. El caso es que me pide el ticket, me despierta y como un acto reflejo lo saco de la cartera, lo pica, lo vuelvo a guardar y vuelta a dormir...

A la altura del pueblo de Dos Hermanas, como viene siendo habitual despierto como si de un despertador se tratase. En poco minutos bajaré en mi estación donde como también viene siendo habitual haré trasbordo con el cercanías. Pero sorpresa, vamos con retraso y el circular ya habrá pasado para entonces. Me depara media hora de espera, la cual aprovecho para desayunar. Tiempo por perdido bien aprovechado es tiempo bienvenido. Ja! se me ha ocurrido ahora ¿Qué te parece?

Pero no por mirarlo todo con filosofía se convierte esto en un buen día, y ni tan siquiera la ironía va arreglar este día aquí en Sevilla.

El caso es que llego a donde paro entre semana, preparo unos papeles, he de hacerme la rutinaria revisión médica antes de optar a presentarme al teórico del carné de conducir. Y con mis papeles yo que cruzo Sevilla un ratito a pie y otro caminando, y otro trecho en tren.

Y allí que se presenta el menda, u sea ser servidor y su cuerpo serrano, y lo típico, primero, recogida de datos. Preguntan: –¿estás casado? Cavilo interiormente: –pero qué dice esta mujer, acaso lo parezco. Y respondo, me parece que hasta con tono alarmado: –no, soltero. Pero bueno, la siguiente tanda de preguntas me reanima. Que si enfermedades, que si alergias, y la verdad, te alegra pensar que gracias a Dios uno no sufre nada de eso. El caso es que con la alegría que le dije a cada respuesta que no, me dieron ganas de decir al final: –sano, sano como un roble; de hecho lo pensé, pero me lo callé y solo sonreí.

Pero que desilusión, luego me toma la presión y me dice que la tengo un poco alta. Pero quizás sea con razón, pues no en vano me he dado una buena caminata hasta allí. En fin, pero lo que de verdad me mosqueó es que no llegaba a leer bien con un solo ojo las letras más pequeñas del cuadro, y bueno, y lo de que casi confundo el rojo con el azul después del destello ya no tiene nombre. Con la buena vista de la que he gozado siempre. En fin, supongo que esto debe ser cosas de la edad, al igual que la aparición de entradas, así que dejemos lo de cuerpo serrano por cuerpo a secas.

Pero lo que no esperaba es que además los aparentase, bueno, lo de si estas casado fue una pista, pero lo que despejó todas mis dudas fue cuando ya de vuelta, solo que ésta vez en bus, me dejo caer por el Corte Inglés para echar algún vistazo y se me acerca uno de los chavales que anda por allí para preguntarme si quería sacarme la tarjeta de compras del propio Corte Inglés. Claro, yo le digo que creo que la tengo, bueno, no yo, sino mis padres. Y entonces me dice: –entonces la conoces, y ya sabes de sus posibilidades. Y claro, entonces me doy cuenta y le digo: –aun soy estudiante. No sé quien puso más cara de decepción si el tío o yo.

En fin, tenía una hora para hacer trasbordo desde que piqué el bonobús en los Remedios, así que debía darme prisa para coger el autobús. Que bueno que nada más salgo de Corte Inglés allí está el bus y una cola impresionante para meterse. Que ironía, esta mañana bien temprano en el tren eche de menos el calor humano al lado y ahora me sobraba por todas partes. Ya sabéis, ahí todos apretujados como ganado. Pero lo más incomodo fue cuando el conductor tuvo que pegar un frenazo porque se le cruzó uno. Y si conocéis la ley de la inercia o al menos la habéis experimentado, los cuerpos como el del señor mayor que estaba a mi lado, tienden a seguir en movimiento rectilíneo uniforme, a no ser, que algo les frene, como fue el caso, esto es de mi propio codo. Afortunadamente, al menos eso dijo, no se hizo daño. Pero yo sentí el golpe, y que le iba hacer, si no continuo agarrado con ese brazo caigo sobre otra persona como ese señor cayó sobre mi codo.

En fin, ya de vuelta, parece mentira eran las 6.15 cuando me levanté y ya casi se ha perdido la mañana, desde luego me he perdido las clases, ya solo me queda esperar hasta la hora de almorzar.

Bueno, las siguientes pocas horas pasaron sin pena ni gloria, comer, estudiar y tirar para la autoescuela para que por fin me den una fecha para el teórico. Y al final tantas prisas esta mañana para nada, el cupo para el próximo examen está completado –tendrás que esperar a enero para examinarte.

Ya ves, no ha empezado el 2007 y ya estamos haciendo planes para él. Y no sabemos como será, ni que nos deparará. Como yo en éste día cuando me levanté, quien me iba a decir que todo marcharía tal y como fue y me pasarían esas cosas que os cuento y otras que me guardo. Qué nos garantiza que cuando miremos por la ventana no lo veamos todo tan oscuro como el futuro del inodoro de un bar de carretera. De hecho, quien te garantiza tu futuro. Cuántas variables están fuera de nuestro control. No es cuestión de tomarse la vida con filosofía, ni tratar el tema con ironía, pero tampoco es cuestión de aceptar una religiosidad tal como la contenida en la frase, que a quien madruga Dios le ayuda. En cambio, sí es cuestión como el salmista de decir: de mañana te buscaré, es decir, Tú Señor eres lo primero, mi confianza está en Tí. Porque entonces ya no importa el cómo ni el cuando del resto de las cosas, tan siquiera cuando se hacen cuesta arriba. Porque se trata de vivir una vida, y si nuestras vidas están en Sus manos bien deberíamos decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

Después de todo, me alegra saber que no depende ni del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Así que no se me ocurre un mejor deseo para este año que viene que pedir que Dios nos muestre su misericordia y que los hombres conozcan el don de Dios, el motivo de la Navidad, que siendo aun pecadores Dios nos amó de tal manera que se hizo hombre para morir por nuestros pecados en la cruz, cargando así con nuestra maldición a fin de que seamos benditos, es decir FELICES.

Feliz Navidad y feliz año nuevo.

viernes, 24 de noviembre de 2006

Hurt de Johnny Cash - Letra de canción

Hurt de Johnny Cash (con dos "enes"), me la presentó un viejo amigo hace un tiempo y desde entonces estaba decidido a pincharla aquí. La verdad que tenía otras en mente, pero como resulta que me enganchó, fué escalando puestos entre mis temas favoritos, pese a que nunca hubiese creido que el country (si es que esto se llama así) alguna vez llegaría a gustarme. Pero lo cierto es que me gustó. Quizás fue el sentimiento, la sinceridad y porqué no, el ritmo melancólico, pero sobre todo a la postre su letra. En fin, espero que disfruten del sentimiento y el ritmo y se han conmovidos por esta canción, que intuyo que no nació del ritmo de una pluma sobre el papel, sino de las marcas de la vida sobre la piel. Aprendamos en la medida de lo posible de estas cicatrices, aunque sean ajenas y el dicho juegue en contra nuestra. Bon appetit.

DAÑO - HURT

Me he dañado hoy - I hurt myself today
Para ver si aún siento - To see if I still feel
Me concentro en el dolor - I focus on the pain
La única cosa que es real. - The only thing that's real
La aguja rasga un agujero, - The needle tears a hole
La familiar y vieja punzada - The old familiar sting
Trato de borrarlo todo de una vez, - I try to kill it all away
Pero recuerdo todas las cosas. - But I rememner everything

En que me he convertido - What have I become
¿Mi dulce amigo? - My sweetest friend?
Cada uno yo sé - Everyone I konow
Se van lejos al final - Goes away in the end

Tu puedes tenerlo todo - You could have it all
Mi imperio de la suciedad - My empire of dirt
Te dejare caer - I will let you down
Te haré daño - I will make you hurt

Llevo puesta esta corona de mierda - I wear this crown of shit
Sobre mi silla de mentiroso - Upon my liar's chair
Lleno de pensamientos rotos - Full of borken thoughts
Que no puedo reparar - I cannot repair
Debajo de las manchas del tiempo - Beneath the stains of time
Los sentimientos desaparecen - The feelings disappear
Tu eres alguien más - You are someone else
Yo sigo aquí - I am still right here

En que me he convertido - What have I become
¿Mi dulce amigo? - My sweetest friend?
Cada uno yo sé - Everyone I konow
Se van lejos al final - Goes away in the end

Tu puedes tenerlo todo - You could have it all
Mi imperio de la suciedad - My empire of dirt
Te dejare caer - I will let you down
Te haré daño - I will make you hurt

Si pudiera empezar de nuevo - If I could start again
Un millón de millas atrás - A million miles away
Me cuidaría - I would keep myself
Encontraría una manera. - I would find a way.

Hurt by Johnny Cash - American IV: The Man Comes Around


Videoclip:
en Youtube

en Lost Highway Records

El rey Salomón, Johny Cash, tú y yo

Aunque tú y yo estuviéramos tan lejos en el espacio, como Johnny Cash de Salómon en el tiempo, aún así todos nosotros, los cuatro, tendríamos algo en común. Johnny Cash lo llamó su Imperio de Suciedad, Salomón lo llamó su Insensatez, y la verdad es que lo dejaron tan bien expresado cada uno con sus reflexiones, uno cantando y otro narrando, que poco más podríamos añadir. Y puesto que transcribí la canción de Cash, lo justo sería que transcribiera el testimonio de Salomón.

ECLESIASTÉS 2:1-11

Me dije a mi mismo: Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete.
Y he aquí, también esto era vanidad.

Dije de la risa: Es locura; y del placer: ¿Qué logra esto?

Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino,
mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, de cómo echar mano de la insensatez,
hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo
que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.

Engrandecí mis obras, me edifiqué casas,
planté viñas para mí; me hice jardines y huertos,
y planté en ellos toda clase de árboles frutales;
me hice estanques de aguas para regar los bosque donde crecían los árboles.

Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa.
Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén.

Reuní también para mí plata y oro y el tesoro de los reyes y de las provincias.
Me proveí de cantores y cantoras,
y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas.

Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén;
también la sabiduría permaneció conmigo.
Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué,
ni privé a mi corazón de ningún placer,
porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo,
y ésta fue la recompensa de toda mi labor.

Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho
y el trabajo en el que me había empeñado,
y he aquí, todo era vanidad y correr tras el viento, y sin provecho bajo el sol.

Johnny habló de la heroína, este rey habló del vino, y tu y yo bien podríamos hablar de otras cuestiones que están alimentando lo que Cash llamó su Imperio de la Suciedad, y Salómon su Insensatez, y pese a que las nuestras nunca lleguen a resultar tan despreciables, al menos a los ojos de la sociedad, en cualquier caso no es a las formas a lo que me vengo a referir sino al fin de todo esto. Porque aunque uno y otro alcanzaron la gloria delante de los hombres y fueron alabados, ambos consideraron al final de sus días que nada valió la pena.

Pero quien dice que es lo que vale la pena. Bueno, supongo que alguien que ha descubierto lo que en cambio no vale la pena. Y es curioso, pero ambos, tanto Johnny como el rey, llegaron a la misma conclusión. Cash se convirtió a Cristo y Salomón también se convirtió al Señor. A Cash el Señor le libró, le limpió de aquel Imperio de Suciedad, a Salomón el Señor le restauró la sensatez, y a mí... a mí pese a mi joven edad, pese a que no he probado casi nada de lo que no vale la pena, y aún de ese poco me arrepiento, puedo al menos decir que no he descubierto nada mejor que... recibir el Reino de Dios en lugar de ese Imperio de Suciedad, y andar el camino de la Sabiduría que es Cristo en lugar del camino de la Insensatez, ¡sí! sin duda, no conozco nada mejor ¿Y tú?

Un saludo, sigamos reflexionando.

sábado, 23 de septiembre de 2006

Aviso a Navegantes

Cuando alguien se plantee reflexionar sobre cierto aspecto o valor de la vida por norma general será porque el susodicho le debe inquietar, fallar o faltar, si no es que todo a la vez. Por contra, sobre aquello que imaginemos que funciona, izaremos velas y nos dejaremos llevar por la corriente. No obstante no hay nada más agradable que eso, ya sea sobre un flotador a la orilla del mar, o por el ritmo de una melodía, pero para cuestiones menos triviales, también será “agradable” dejarse llevar por los sentimientos, en un debate, en una riña e incluso en el deseo; ahora bien, como toda marcha a la deriva conllevará un peligro oculto.

Caer en medio de una tempestad, encallar en una ensenada, o rebasar el ecuador para perderse por las estrellas del otro hemisferio son los peligros derivados de la dejadez del navegante y las traicioneras aguas de la vida.

Tan siquiera la madurez o experiencia que aportan los años de continuas travesías le inhibirán al navegante de los peligros de la vida, antes pudiera ser que lo acentuaran debido a un exceso de confianza. Y es que es contraproducente confiar en la confianza depositada en uno mismo. Porque de la misma manera que nada se puede apoyar sobre sí mismo, sino que necesita de un cuerpo ajeno con el que reaccionar, así el hombre que deposite en sí su confianza con cada error que cometa tan solo imprimirá energía al movimiento o corriente original que lo arrastra desde entonces en la inercia del sin sentido, la sin meta y la sin esperanza.

¡Aviso a navegantes! Ciertamente si se deja llevar por la corriente complaciente de la mar, que se alegre, ya que ello no requiere trajinar con los aparejos de la nave, ni atender a las señales de la mar, como el viento, el cielo y las olas. Pero tenga presente que no sabrá a donde va y que amargas sorpresas de la mar le esperarán. Agrádese en su propia confianza o si sigue a algún hombre confíe en él, pero sepa que por tanta incompetencia gran desastre le sobrevendrá, pues Dios a buen puerto no le traerá. Por tanto, despierte de su sueño soporífero, aligere la nave, deshágase del peso que estorba, y sujete desde ya el timón. Arríe las velas y enfréntese a la mar, porque aquellos agradables, pero fugaces momentos, no compensan este perpetuo sufrimiento. Ahora pues, busque a Dios, busca la estela de su barca antes que venga tal densa niebla que pierda el ánimo de investigar. Deja que te ice hasta su cubierta, que te haga un competente marinero y empieza a disfrutar del arte de navegar, por la mar, por la vida.

Un saludo a los reflexivos, y tb a los irreflexivos porque dejan de serlo en el momento en que piensan que lo son.

domingo, 13 de agosto de 2006

1. La oportunidad del tiempo

Escuché esta frase por primera vez, a mi profesor de historia de segundo de bachiller, el día de la presentación… si el árbol te impide ver el bosque, aléjate unos pasos de él, y lo verás. La verdad es que disfruto con esta ilustración, porque no habla de que debamos cambiar de punto de vista, en el sentido de movernos en el espacio, como sería, para el caso, retroceder sobre tus pasos, sino que habla de movernos en el tiempo, como sería avanzar por el transcurso de los años. Como ya habíamos advertido tan solo somos un punto en la inmensidad del universo y desde un punto no se pueden dibujar muchas perspectivas, más bien solo una. De otro modo sería como pretender adoptar muchas posturas, a cada cual más cómoda, al dormir sobre un alambre. Pero tú sabes que sólo hay una, la que guarda el equilibrio.

Dicen que el mundo es un pañuelo, y pienso que es verdad, pese a que nos parece tan grande cuando lo vemos con los pies en el suelo. Porque lo cierto es que las distancias no supusieron jamás una barrera. Si no indaguen acerca de Alejandro Magno, o de Anibal, o Pizarro, o Napoleón, a ellos como a tantos otros jamás lo detuvieron unas millas, ni escarpadas cordilleras, ni caudalosos ríos, ni paramos desiertos, ni selvas tropicales, siquiera mares. En cambio, comprobamos que es el tiempo, o el paso de él, aquella barrera inexorable que es capaz de separar al conquistador más atrevido de su enemigo, o en su sentido más contrapuesto, al amor más deseado de su cariño y así entre tantas otras cosas…

Hasta aquí pareciéramos muy pesimistas, pero teniendo en cuenta la condición humana, el tiempo es sobre todo una oportunidad. Aunque uno pensaría, que mejor de no existir, porque habría la oportunidad de poder volver a aquel instante de su vida que salió mal. Pero con semejante condición, la tuya, mía y de todos, lo único que íbamos a lograr sería repetirla y esculpir más honda su señal, y esto nos debería sonar, porque aun con la experiencia que nos transmite el tiempo, la historia se repite generación tras generación. Entonces, puesto que está visto que la experiencia que ofrece el tiempo es insuficiente para superar el problema que supone nuestra condición pecadora, la oportunidad del tiempo debe estribar en algo distinto, entendemos que en el olvido.

En efecto con el transcurso de los años vamos descubriendo que la experiencia que adquirimos con la vida no es la panacea a nuestros males. En cambio repetimos los mismos errores e incluso inventamos otros nuevos. Por lo tanto para poder proseguir se ve necesario olvidar. Pero cuidado, hay varias clases de olvido, y en este caso hacemos referencia a uno responsable. Y un sinónimo acertado para que nos entendamos sería, relegar o desterrar, es decir dejarlo allí donde no estorbe a la consecución de la carrera que es nuestra vida. Pero esto que se escribe con pocas palabras no nos es fácil, puesto que el pecado está dibujado muy hondo y ninguna práctica religiosa ni filosofía lo ha logrado borrar. En cambio en la Escritura sí encontramos la solución secreta a este mal, es más, allí podemos leer experiencias semejantes a estas… «Olvidando lo que queda atrás me extiendo a lo que está delante.»

Jesucristo hablando Profecía acerca de los últimos tiempos, sobre la abominación desoladora colocada en el lugar santo (el que lea entienda el misterio, Mateo 24 y libro de Daniel 8 y 12) advierte al hombre para que huya de ella. Y dice en el mismo contexto «Y si aquellos días no fueran acortados nadie se salvaría, pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.» Y aunque esto habla de acontecimientos aun futuros, aunque ya muy cercanos, en efecto hoy y siempre, en términos morales lo más que puede adoptar el hombre acerca del bien y del mal es una actitud en su corazón, la de huir del mal. Ahora bien, ninguna retirada ganó alguna vez una guerra. Y por otro lado las Escrituras dicen que el que falla en un solo mandamiento de la Ley es culpable de toda ella. Así que no hay que ser muy agudo para ver que libramos una batalla desigual, que además está abocada a la derrota. Pero por causa de la manera en que Dios amó al mundo, entregó a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él crea sea salvo. De modo que los días de derrota y desolación son cortados de raíz a la vez que se establece un tiempo de Gracia en el nombre de Jesucristo.

Os leeré otro misterio al caso de esto último (Romanos 4): «Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido perdonadas, y cuyos pecados han sido cubiertos. Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta.» Estos son los que viven en el día de la Misericordia de Dios. Pero he aquí un dilema, si perdonar requiere olvido y olvidar precisa tiempo, pero Dios es eterno, cómo olvidará nuestro pecado. Lo cierto es que más que olvidar, los ocultará, lo cual es mejor aún. Porque de caer otra vez refrescaría su memoria y recordaría tu pasado, en caso de estar sujeto a tiempo. Pero gracias a la sangre del Cordero derramada en la Cruz por tus pecados, ocultándolos, puedes ser salvo una vez y para siempre y así poder extenderte a lo que está delante sin la carga del pasado, y decir que ni la del presente ni tan siquiera la del futuro. Puesto que Dios es eterno su olvido es eterno y para nada le limita la dimensión temporal en que vivimos.

Por otra parte el tiempo que nos toca supone una buena bendición, los recuerdos del pasado, porque diría que hay recuerdos más preciosos que los mismos hechos, que aquella misma cara, o que aquellas señaladas palabras. Así que si no fuera por el tiempo los hechos jamás llegarían al rango de historia. Aunque, todo hay que decirlo, hay acontecimientos que pasan a la historia, pero no precisamente en su buen sentido; nunca dejarán de ser una simple anécdota o una triste historia. En cambio, veréis, hay cosas que suceden y ya sabes que quedarán marcadas en el recuerdo, como se suele decir, tienen reservada una página en la historia, aun cuando como quien dice hayan sucedido ayer. No obstante, pudiera ser que fuera demasiado pronto para ver el bosque en todo su esplendor, y comprender todos los detalles que lo rodean. Para el caso, hay quienes dicen que hubiese gustado ver aquellos acontecimientos con sus propios ojos, vivir otra época más singular, sin caer en la cuenta que de ser así, habrían pasado detalles por alto. Pero ahora, podemos ver las cosas pasadas desde la perspectiva del presente, cuando el tiempo recorrido a sacado a la luz la verdad y como quien dice le ha sacado brillo, de la misma forma que un río arrastra el barro y deja a la vista la roca y aún a ésta la pule.

Esto es muy importante, aunque suene de Perogrullo, porque no podríamos mirar hacia delante, sino tuviéramos donde mirar atrás. De la misma manera que yo no podría escribir acerca de estas fascinantes promesas, para quiero desear que tu futuro, si no tuviera donde anclarla a algún hecho irrevocable del pasado, en efecto y sobre todo la resurrección de Cristo de entre los muertos.

“si este plan o acción es de los hombres, perecerá; pero si es de Dios, no podréis destruirlo; no sea que os halléis luchando contra Dios.” Gamaliel, maestro de la ley, judío, siglo I d.C.

Un saludo.