jueves, 11 de octubre de 2007

Trascendencia en la pequeña pantalla

Estás cruzando un desierto y la sed te invade y te domina. Si sigues andando, ya no es porque quieras salir de ese paraje, es porque quieres encontrar agua. Andas y andas y cada vez la necesidad se vuelve más apremiante, pero sólo hallas espejismos de ilusión y cactus llenos de espinas. Entonces, coges una piedra y con tus últimas fuerzas la estampas contra el verde cactus que derrama el agua amarga que bebes...

Es cuánto menos curioso que las series del momento sean: Héroes, Lost (Perdidos), Kyle XY, Los 4400, House, Me llamo Earl, Battlestar Galáctica, Stargate y alguna más que seguro se me escapa. El caso es éste: que teniendo todas las papeletas para convertirnos en la generación más intrascendente que ha parido madre, y no por falta de logros sino por nuestra anémica forma de pensar, resulte, en cambio, que la pequeña pantalla se esté llenando de historias cargadas de los argumentos y pensamientos que tradicionalmente se han vinculado a la filosofía y la religión.

¿Qué fuerza o ser sobrenatural rige el destino de los supervivientes de un accidente aéreo en una isla perdida del pacífico? ¿Por qué todos los enfermos mienten cuando se juegan la vida en ello? ¿Los incidentes que nos acaecen son sólo anécdotas de la casualidad o tienen que ver con el propósito eterno de Dios? ¿Es verdad que si hacemos cosas buenas, nos pasan también cosas buenas? ¿Cuál es el destino de la humanidad? ¿Debemos ser honestos cuando nos preguntan, aun cuando sabemos que no es la verdad lo que quieren oír? ¿Existe tal cosa como el destino? ¿Y qué es el destino? [...] Son sólo algunas de las preguntas que directa o indirectamente nos plantean las series del momento. Evidentemente las preguntas no dejan de estar basadas en historias fantásticas, pero... ¿acaso éstas historias no están construidas con los pensamientos de nuestra realidad?

Los precedentes, en el 7ºArte trascendente

Bueno, evidentemente esto no es algo nuevo. De hecho, parto de la base de que toda expresión humana del arte es trascendente; incluso la abstracta, porque tiene la pretensión de pasar a la posteridad, además de sugerir significado más allá de su significante. El corazón del hombre latirá un número determinado de veces, pero su espíritu vivirá eternamente. En otras palabras: Dios lo hizo todo hermoso en su tiempo y puso eternidad en el corazón del hombre.

No sé quien abriría la brecha, siempre hay una primera vez para todo, pero estoy seguro que películas como 2001 Odisea en el espacio en 1968, o La Guerra de las Galaxias en 1977, marcarían un antes y un después. Yo me inclino más por ésta última, por aquello de ser totalmente original y no una adaptación para el cine como la anterior, por eso y porque Star Wars no tiene ninguna base ni pretensión científica, por pequeña que ésta fuera. En cambio está cargada de cuestiones morales, como la lucha entre el bien y el mal; o cuestiones metafísicas, como la existencia de un destino, la revelación de profecías y la vida más allá de la muerte, entre otras.

Sin duda Star Wars se ha convertido en el mayor exponente de trascendencia en el 7ºArte. Y la prueba de ello es la comunidad religiosa que ha surgido entorno a la doctrina jedi, enmarcada en los episodios de la saga y en lo que se denomina el universo expandido: dibujos animados, libros, comics, todo lo que teniendo que ver con la película tiene el sello Lucas Arts. Tal vez a la mayoría esto nos suene a chiste, pero no se trata de ninguna broma, en Gran Bretaña en el año 2001, el jedismo ya era la cuarta religión, por delante del judaísmo.

De la gran pantalla a la pequeña pantalla.

Probablemente los títulos que más nos sonarán serán Héroes y Lost, pero sin duda no han sido los primeros. Como con el cine tampoco sé por dónde empezó ésta fiebre, tampoco me importa mucho, pero sé que por allá en 1978 se estrenaba una serie llamada Galáctica, Estrella de Combate que por la razón que fuera, aunque intuyo el porqué, tan sólo duró dos temporadas y al menos una malograda película. En cambio en el 2003 salía un remake de ésta serie, con el título Battlestar Galáctica, que ya va camino de su cuarta temporada. ¿Casualidad? Tal vez, pero el argumento es el mismo. Por cierto, para quien haya visto Los Diez Mandamientos de Charlton Heston, o mejor, haya leído el libro del Éxodo, la historia le resultará tremendamente familiar.

Si bien, en honor a la verdad, muchos años antes, en 1966, se emitía por vez primera una serie llamada Star Trek, que desde entonces no ha parado... o como saludaría un vulcano, ha tenido una Larga y prospera vida, jeje qué friki. Pero quizás no sea el prototipo de serial trascendente, porque al contrario que el resto, aquí el protagonista, la raza humana, sólo son virtudes. Por descontado que es una serie que peca de seudo-científica, por aquello de que pretenda explicar en términos científicos lo que se ignora; pero es cuánto menos curioso que se dibuje la visión utópica de un planeta tierra en donde el mal ya no existe más, y en cambio, para esto, no halle ningún tipo de explicación.

Básicamente de la noche a la mañana la humanidad, tras su primer contacto con una raza alienígena, los vulcanos, pasamos de pelearnos entre nosotros mismos a explorar el Universo e ir solventando los problemas del resto de razas que pueblan el Cosmos. Lo cual es realmente ilustrativo, porque por una parte en esos alienígenas la serie proyecta nuestros pecados y por otra parte, comprobamos que en el fondo, estamos esperando que por arte de magia, algo o alguien venga de las estrellas y de repente seamos transformados en las fantásticas criaturas que no somos. No sé, pero viendo este tipo de series, con sólo pensarlo un poco, es dificil no creer que somos criaturas pecadoras y que necesitamos ser salvados, principalmente de nosotros mismos.

La pequeña cartelera.

Tenemos muchas series, ya las citamos al principio, pero ésta es la que más me ha gustado, y como ya ha acabado, valga esto como homenaje, jeje.

A falta de emitirse la última temporada de
Stargate SG-1 (ver aquí: fan site) en España, en los Estados Unidos ya se ha despedido la que, a mi juicio, es posiblemente la serie que mejor ha sabido mezclar el humor, la fantasía y la ciencia ficción. La trama, en resumidas cuentas, va de un grupo de operaciones especiales, que viaja por las estrellas a través de puertas intergalácticas, que crean artificialmente momentáneos agujeros de gusano que permiten teletransportar a aquellos que la atraviesen en cuestion de segundos. En estos planetas se enfrentan a multitud de peligros, pero el mayor de todos es una raza alienígena usurpadora de cuerpos, conocida como los Goa'ul, que se hacen pasar por dioses y cuyo único fin es someter a toda la Galaxia.

Cuenta la historia que hubo un tiempo en que los humanos también estuvieron bajo su yugo. Aquellos Goa'ul tomaron el control de los cuerpos de viejos emperadores y reyes, como los faraones. Pero una rebelión logró expulsarlos del planeta, y para evitar que volvieran, los egipcios enterraron el Stargate o Chapajai. La misma puerta intergaláctica que unos arqueólogos en el S.XX encontraría en unas excavaciones. La misma por la que ahora las Fuerzas Aéreas de los EE.UU. enviaban a estas fuerzas especiales con objeto de adquirir nueva tecnología y así luchar contra los falsos dioses, lo Goa'ul.

Es interesante como la serie usa la mitología griega, celta, babilónica, egipcia,... para dar un toque de verisimilitud a la historia. También es verdad que se toman muchas licencias. Pero lo curioso de todo ello es que dentro del fantástico mundo de Stargate, no saben donde incluir la religión judeocristiana y todos sus derivados. Estoy casi seguro que es por una cuestión de respeto. Pero no deja de llamarnos la atención que a la vez que se cuenta la historia de la lucha contra los falsos dioses, entre los personajes, a menudo surjan conversaciones sobre la fe. Que a pesar de tanta mentira y engaño en torno a la religión, exista aún el anhelo de conocer y ser conocido por el Creador. Como diría A. N. Wilson (según cita de John Stott) - Aunque descarto cualquier lealtad religiosa formal, que desprecio como esa combinación moribunda de superstición y engaño, con todo reconozco que hallo fuertes impulsos religiosos dentro de mí y sentimientos de humildad indescriptible ante el misterio de las cosas.1 Bastaría decir, que en la última escena de la serie, el the end, se ve al grupo de operaciones dirigirse hacia la puerta a enfrentarse contra los falsos dioses, mientras el general de la base les dice: id con Dios.

¿Qué es trascendencia?

Según John Sott: "Hasta hace relativamente poco tiempo, la palabra "trascendencia" ha sido una palabra un tanto pedante, poco usada, mal entendida y, en general, restringida a las instituciones de formación teológica, que distinguen entre trascendencia (que significa: Dios por encima de nosotros) e inmanencia (que significa: Dios con y en medio de nosotros). Sin embargo, hoy en día, principalmente debido a la moda de la meditación trascendental, todo el mundo tiene alguna idea de lo que significa trascendencia. La búsqueda de trascendencia es la búsqueda de una realidad que está por encima y más allá del orden material. Nace de la convicción de que la realidad no se puede confinar a un tubo de ensayo o a un cristal que examinamos bajo el microscopio. Tiene que haber algo más, algo impresionante, que ningún instrumento científico es capaz de captar o medir."1

La casualidad que el episodio 10x6 de Stargate, que veía la pasada noche, cerraba con la siguiente cita: "La ciencia ficción es una metáfora existencial que nos permite contar historias sobre la condición humana. Isaac Asimov dijo una vez: - Las historias de ciencia ficción individualmente podrían parecer triviales a los pensadores y filósofos de hoy en día. Pero el núcleo de la ciencia ficción es el único camino a la salvación, si es que vamos a salvarnos después de todo."

Quién sabe, pero a lo mejor resulta que Isaac Asimov no iba del todo mal encaminado, con aquello de que el núcleo de la ciencia ficción es el único camino a la salvación. Sí, puede, porque tal vez el núcleo de la ciencia ficción sea una manifestación más de la sempiterna sed de trascendencia del ser humano; de la sed de Dios. Y en ese sentido sólo Dios puede saciar nuestra sed, porque nuestra necesidad al fin y al cabo es Él mismo. No se trata de encontrar un sorbo de agua más, aunque sea amarga, que nos permita caminar hasta la próxima oportunidad de tomar otro trago, con la única esperanza de que ésta vez no sea amarga. Nuestra necesidad es salir del desierto en el que vivimos, hallar las respuestas a las preguntas que el ser humano siempre se ha hecho y siempre se hará.

"Tomás le dijo: Señor no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conocerías; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto."

1 pag 86-87. Porque soy cristiano de John Stott.
Editorial Andamio - ISBN 84-96551-20-2

3 comentarios:

Lux dijo...

Como siempre, enganchándome al texto desde el principio hasta el final. :-)

Manuel Morrison dijo...

Desde luego Dios puso eternidad en el corazón del hombre. Cuando el hombre trata de crear algo "trascendente" (una serie de TV, una película, un libro...) no sé hasta que punto "crea" algo o más bien "imita" lo que ha creado ya El Creador. Sí está claro que somos expresión de Aquel que nos creó a Su imagen y Semejanza. Que curioso lo del jeidismo, le he echado un vistazo al link.

Enhorabuena Fran, una entrada "trascendente"

• Jessie • dijo...

Mientras más producciones salen a exhibición más común es encontrar en las tramas temas y argumentos relativos a la religión y es que el mundo cada vez está más y más sediento y, aunque están cegados a aceptarlo, es más evidente que no logran llenar el vacío. A mi me divierte ir a ver cosas como Harry Potter, o el Rey léon (por decir algo) y encontrar claramente la representación del mundo espiritual. Algunos lo hacen evidente con su épica batalla del bien contra el mal... algunos son más discretos pero el elemento espiritual siempre está ahí.
La semana pasada vi un capítulo de Dr. House donde llega un "profeta de Dios" y tratan de comprobar que simplemente está loco o enfermo jeje
De igual forma es tan fantástica, maravillosa y asombrosa la creación y obra de Dios que nunca ha habido historia tan fascinante en la televisión o en el cine... a menos claro, que como tu bien refieres, sea una imitación de lo que se ha escrito hace miles de años.
Siempre el hombre tataré de encontrar la verdad, lástima que antes de llegar a lo correcto, Jesus, tenga que errar tantas veces.
Me encantó tu manera de escribir!!!
Enhorabuena!!
Dios te bendiga!!!